lunes, 22 de junio de 2009

ARTESANAL

Pensé en regalarte algo
hecho con mis manos.
Imaginé la precámbrica arcilla
modelada por mis dedos
y el calor de mi aliento
soplando pájaros móviles
de aletear incierto.

Elegí los colores
despintando cielos,
nubes, árboles y alborada,
y como toque final volqué
los latidos de mi corazón
en cada pincelada.

Le imprimí un error
adrede en cada esquina
para que no quede la duda
de lo original, único y artesanal.

Y lo solté a la vida
y lo dejé que busque solo su camino.
porque sé que irá directo a vos
como un grito hecho de lluvias y semillas,
alabanzas, súplicas y el milagro
de saber que está escribiendo su destino.


Miguel Ferrer - 2009

lunes, 1 de junio de 2009

OROPENDOLAS

El cuerpo empezó a cansársele.
Entonces tuvo ganas
de ver atardeceres en la galería,
adivinando tormentas,
prediciendo el cielo.

Pero tomó ginseng,
empezó a ir al gimnasio,
y dejó de caminar por el barrio
e hizo un curso de inglés
para saber qué quiere decir
steeping.

La plata bordó sus cabellos
adornándolos como sutiles enredaderas
que hacían las delicias de sus nietos.
Los tiñó de rubio ceniza
y se hizo llamar Mamá Deby.

El Universo le produjo insomnio
en su inexplicable necesidad
de devorar sus pensamientos
para resolver los ancestrales misterios,
pero ella no se bancó el silencio de la noche
y durmió con el cuerpo despierto,
envuelta en pastillas.

Sus tetas le colgaban
como venerables nidos de oropéndolas
llenos de pichones,
y ella permitió que las tijeras de los cirujanos
le implantaran juventud en siliconas.

Una vez más,
el cosmos reescribió las circunstancias,
gastando suavemente su cuerpo
para liberar por fin su alma;
pero ella se buscó un donante,
y consiguió engañar a las hespérides.

Pero algo salió mal.
Ahora pasa sus días
mirando atardeceres sin verlos,
desalmada, en un hostal
de vidas abandonadas.