viernes, 11 de diciembre de 2009

Cosas que hacen click

Una conexión umbilical,
un nudo desatado,
un “vos sos yo”.

Un mando a distancia.

La gota de lluvia
que afloja el guijarro
que aguanta a la roca
que contiene el dique
que inunda la aldea...

Una comprensión,
estar en lugar del otro,
sentir que el otro está
en tu interior.

Golpeando el cristal
de tu ventana,
pero desde adentro.

Un fluido, un liquido, un gas
que envuelven el alma.

La leen, la interpretan
Y la liberan.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Poema para Ella.

Busco.
Tu cuerpo temblando,
el botón de rellamar
manchado de sangre.

El mensaje escrito con la izquierda.

Papel entre los dedos...

Ventana, cuadro, cortina,
placard, ventana, cuadro,
cortina...

giran.

En cambio,

la promesa, la lucha,
y la distancia,

están...

quietas.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Universo Subjetivo

Una casa sin ventanas
donde vive un niño triste
que conoce un solo mundo:
el Universo es su casa.

No lee ni habla con nadie,
no tiene amigos ni escuela,
no ha visto el cielo ni el mar,
solo vive con su abuela.

Sólo conoce las formas,
los olores y sonidos
y el sabor de las comidas;
y aunque viera no vería
más que paredes sin vida.

Hay puertas en la cocina,
en las alcobas y el baño,
y también en la despensa
que se abren y se cierran.

Pero hay una puerta enorme
que siempre cerrada está.
Él sueña que es de papel
como esos sobres que llegan
de vez en cuando y se pasan
por debajo de esa puerta.

Afuera debe haber agua
porque la abuela abre el sobre
y caen gotas de lluvia.
Gotas…
de agua salada.

Miguel Ferrer - 2009

jueves, 24 de septiembre de 2009

De frente

La luna parecía
la sonrisa del gato de Cheshire
y Alicia ya crecida
cuidaba los niños en su casa
mientras yo de pie,
tan lejos y tan cerca,
sobre las vías de un tren
que ya nunca pasaría,
escuchaba un grupo de pop jazz
de espaldas al río.
Y de frente,
el recuerdo de una tarde
y un error
y una herida.
Y de frente,
de frente la vida.

Miguel Ferrer - 21/09/09

domingo, 6 de septiembre de 2009

Algo de Sábato

"Y en aquel reducto solitario me ponía a escribir cuentos. Ahora advierto que escribía cada vez que era infeliz, que me sentía solo o desajustado con el mundo en que me había tocado nacer. Y pienso si no será siempre así, que el arte de nuestro tiempo, ese arte tenso y desgarrado, nazca invariablemente de nuestro desajuste, de nuestra ansiedad y nuestro descontento. Una especie de intento de reconciliación con el universo de esa raza de frágiles, inquietas y anhelantes criaturas que son los seres humanos. Puesto que los animales no lo necesitan: les basta vivir. Porque su existencia se desliza armoniosamente con las necesidades atávicas. Y al pájaro le basta con algunas semillitas o gusanos, un árbol donde construír su nido, grandes espacios para volar; y su vida transcurre desde su nacimiento hasta su muerte en un venturoso ritmo que no es desgarrado jamás ni por la desesperación metafísica ni por la locura. Mientras que el hombre, al levantarse sobre las dos patas traseras y al convertir en un hacha la primera piedra filosa, instituyó las bases de su grandeza pero también los orígenes de su angustia; porque con sus manos y con los instrumentos hechos con sus manos iba a erigir esa construcción tan potente y extraña que se llama cultura e iba a iniciar así su gran desgarramiento, ya que habrá dejado de ser un simple animal pero no habrá llegado a ser el dios que su espíritu le sugiera. Será ese ser dual y desgraciado que se mueve y vive entre la tierra de los animales y el cielo de sus dioses, que habrá perdido el paraíso terrenal de su inocencia y no habrá ganado el paraíso celeste de su redención. Ese ser dolorido y enfermo del espíritu que se preguntará, por primera vez, sobre el por qué de su existencia. Y así las manos, y luego aquella hacha, aquel fuego, y luego la ciencia y la técnica habrán ido cavando cada día más el abismo que lo separa de su raza originaria y de su felicidad zoológica. Y la ciudad será finalmente la última etapa de su loca carrera, la expresión máxima de su orgullo y la máxima forma de su alienación. Y entonces seres descontentos, un poco ciegos y un poco como enloquecidos, intentan recuperar a tientas aquella armonía perdida con el misterio y la sangre, pintando o escribiendo una realidad distinta a la que desdichadamente los rodea, una realidad a menudo de apariencia fantástica y demencial, pero que, cosa curiosa, resulta ser finalmente más profunda y verdadera que la cotidiana. Y así, soñando un poco por todos, esos seres frágiles logran levantarse sobre su desventura individual y se convierten en intérpretes y hasta en salvadores (dolorosos) del destino colectivo."

Ernesto Sabato, Sobre Héroes y Tumbas.

viernes, 28 de agosto de 2009

AZULES

Podríamos ser azules.

Vos princesa,
omóplatos con plumas,
estrellas en polvo
serían tus huellas.

Yo coraza de dragón,
botas en llamas,
escudo de camaleón
para que nadie me entienda.

Tu poder sería el encanto
de tus labios perfectos,
que sonríen, pronuncian,
besan o denuncian.

Mi habilidad el silencio,
y mi conjuro el olvido.

Pero somos carne y huesos,
ojos, sangre, piel y dedos.

Somos el uno del otro.

Yo, de marzo
y vos, sin miedo.

miércoles, 12 de agosto de 2009

DIFERENTE

La injusticia fue la excusa,
y con la luz difusa
de la madrugada
la encontraron recostada
en un parque, bajo un puente…
pero era diferente.

Ya no era ella, su piel
tenía el color del papel
y en un sobre estaba escrito
que no existía delito.

A menos que se entendiera
que desear la primavera
en una noche de invierno
trocara cielo en infierno.

Se abrió camino su sangre
con un zumbido de enjambre
de abejas de terciopelo
que levantaron su vuelo
y bordaron un escudo
en su pecho tan menudo…

Me hizo acordarme de vos.
Pero no eras ella, no.
Te veías diferente.

sábado, 8 de agosto de 2009

EJERCICIO DE LA LIBERTAD

desde el alambre y las púas
que acotan y delimitan,
supe que la propiedad impide
volar sin miedo, sin rumbo, sin regresar.
no quiero camino, ni mapa, ni red.
pude alcanzar el cielo mas decidí
parar por el solo placer de esperar.

o

desde el camino sin púas
que impide el cielo alcanzar,
supe que el placer acota la propiedad.
parar sólo por miedo y sin esperar...
no quiero mapa sin delimitar.
pude alambrar el rumbo mas decidí
volar
sin red y sin regresar.

viernes, 7 de agosto de 2009

IDENTIDAD

Te busco debajo de las huellas
de los que vivieron antes
que los que despues murieron.

Desdibujada por el tiempo,
vitrificada por la presión,
infiltrada por los minerales,
momificada por el frío.

Me bastaría un indicio,
un cabello en el ámbar,
la huella de tu pie en el barro
que ahora se volvió roca.

Tu esencia en el vientre
del insecto
que tu sangre bebió
y luego atrapado murió
envuelto en resina
de una araucaria.

Necesito saber
que fuiste de este mundo,
que estuviste de pie
en el balcón de roca
imaginando el fuego,
inventando el mortero,
la aguja y el hilo,
descubriendo el miedo,
el abrazo
y los sueños.

Miguel Ferrer - 2009

lunes, 27 de julio de 2009

LLUEVE

Tu dedo dibuja
una calle desierta
en una ventana empañada.
La lluvia toca tambores
con ritmo de zinc.

Desde un piso de nubes
suben gotas tímidas
hasta juntarse con otras
que caen idénticas
en desparejos charcos
de una vereda sin fin.

Muere la palabra en tu boca
en un soplo cálido
que se vuelve beso
buscando un imposible rincón
nunca besado por ti
de mi piel.

Miguel Ferrer - 2009

lunes, 22 de junio de 2009

ARTESANAL

Pensé en regalarte algo
hecho con mis manos.
Imaginé la precámbrica arcilla
modelada por mis dedos
y el calor de mi aliento
soplando pájaros móviles
de aletear incierto.

Elegí los colores
despintando cielos,
nubes, árboles y alborada,
y como toque final volqué
los latidos de mi corazón
en cada pincelada.

Le imprimí un error
adrede en cada esquina
para que no quede la duda
de lo original, único y artesanal.

Y lo solté a la vida
y lo dejé que busque solo su camino.
porque sé que irá directo a vos
como un grito hecho de lluvias y semillas,
alabanzas, súplicas y el milagro
de saber que está escribiendo su destino.


Miguel Ferrer - 2009

lunes, 1 de junio de 2009

OROPENDOLAS

El cuerpo empezó a cansársele.
Entonces tuvo ganas
de ver atardeceres en la galería,
adivinando tormentas,
prediciendo el cielo.

Pero tomó ginseng,
empezó a ir al gimnasio,
y dejó de caminar por el barrio
e hizo un curso de inglés
para saber qué quiere decir
steeping.

La plata bordó sus cabellos
adornándolos como sutiles enredaderas
que hacían las delicias de sus nietos.
Los tiñó de rubio ceniza
y se hizo llamar Mamá Deby.

El Universo le produjo insomnio
en su inexplicable necesidad
de devorar sus pensamientos
para resolver los ancestrales misterios,
pero ella no se bancó el silencio de la noche
y durmió con el cuerpo despierto,
envuelta en pastillas.

Sus tetas le colgaban
como venerables nidos de oropéndolas
llenos de pichones,
y ella permitió que las tijeras de los cirujanos
le implantaran juventud en siliconas.

Una vez más,
el cosmos reescribió las circunstancias,
gastando suavemente su cuerpo
para liberar por fin su alma;
pero ella se buscó un donante,
y consiguió engañar a las hespérides.

Pero algo salió mal.
Ahora pasa sus días
mirando atardeceres sin verlos,
desalmada, en un hostal
de vidas abandonadas.

lunes, 18 de mayo de 2009

Crónica de un final


Se desgarró la piel, prolijamente,
Dejando parchecitos
como de plasticola
como de me estoy despellejando.

Le recordó veranos en la playa,
haber visto el amor alguna vez,
nunca en sus ojos,
jamás otra piel encima de su piel.

Le costó un poco detrás de las orejas,
debajo de las uñas,
no se animó a tironearse los párpados,
ni los labios, ni el ombligo.

Intentó recordar al nacer
quién fue que hizo ese nudo,
la cara de su madre,
el sonido de su llanto,
algo,
pero no pudo.

Se sacó las uñas,
una a una
y las pintó de carmín
para guardarlas en una cajita
de cartón.

Gritó, gritó, gritó.
Se escuchó a conciencia.
Se dio la razón como a los locos,
y como un loco,
abrió la ventana
y voló.

lunes, 11 de mayo de 2009

SOMBRAS

Las sombras de la vida
se deslizan silenciosamente,
a veces, entre la gente.




Y el que las presiente
huye de inmediato
ante la temible sospecha
de la muerte.

Otros se quedan inmóviles,
esperando, quizás,
no ser vistos, mimetizados,
o aguardando
por la estocada fatal,
caer atravesados…

Se las ve perseguir sin descanso
nubecillas grisáceas
de humo de cigarrillo.



Se aprovechan de los tristes,
atrayéndolos hacia el borde
de los abismos,
y tentándolos a convertirse
en pájaros.

Y de los niños,
también de los pobres,
aferrándose con saña
de los ancianos.

Llevan collares de guerra
hechos de cabellos
y dientes cariados
y al abrazarnos
nos dejan arrugas en la piel
y en los ojos, cataratas…



Miguel Ferrer - 2009

sábado, 21 de marzo de 2009

Involución



Escarbo en la distancia,
rompiendo los márgenes,
dejando que caigan las columnas
sobre mi espalda.
Nada me importa.
Sé que tu espiral
de huellas adoquinadas
lame las claraboyas
de las bocacalles.
Sangre en las yemas.
Parecen de asfalto,
oprimiendo las letras una a una
para dar sentido a las palabras.
Hasta que la luna se apague
sobre la pared
y los grafitis inconclusos
desaparezcan.
Aún así
seguiré buscando en las ventanas
el mágico perfil
de tu presencia.